Lamentablemente los esteretipos sociales y las "reglas de la normalidad" aún dictan nuestro día a día. Si no sigues esos cánones preestablecidos y caducos puede que se rían de tí, te consideren un bicho raro o un extravagante. Y aunque hay mucha que pasa olímpicamente de eso, aún hay mucho camino que recorrer. De hecho el personaje medio de un manga suele ser así, alguien que de una forma u otra no encaja bien. Imaginaos que ese personaje es un chico que no consigue desarrollar ningún tipo de relación, ni siquiera una conversación con chicas. No llega a comprenderlas, se pone nervioso y le entra pánico. Alguien como él es dificil que pueda acabar saliendo con nadie... ¿O si? ¿Qué ocurriría si en el mismo día recibe cinco confesiones de amor de cinco chicas de su instituto?
Lo que sería un sueño para muchos se convierte en una pesadilla para el pobre Kyou cuando recibe la inesperada visita de Koiwazurai Zen, profesor de biología en su instituto. Ha sido testigo de las confesiones porque estaba escondido. ¿La razón? Sospecha que no son humanas. Como prueba, le muestra un video grabado hace treinta años, donde una pareja confiesa su amor. Se besan y en ese momento algo sucede. El joven cae inconsciente mientras una extraña sustancia sale de su boca y es devorada por la chica. Ella es lo que el profesor llama una Devoradora de Amor, un ser de apariencia humana que se alimenta de la energía del amor. El único único rasgo que la diferencia es que la lengua la tienen partida en dos. En el caso de Kyou, como nunca se ha enamorado, su esencia es la del Primer Amor, un manjar exquisito que atrae a estas criaturas. Pero para que eso suceda, él ha de sucumbir y enamorarse de la devoradora. Y si eso ocurre y su amor es consumido, no podrá nunca enamorarse de nadie más.
Kyou queda horrorizado y sale corriendo. Decide que al día siguiente rechazara a las cuatro cuando se encuentra una quinta carta en su taquilla. Se trata de Kanase Baku, una chica con la que ha coincidido e primera hora de la mañana en la entrada del instituto. Kyou llega a la conclusión que una de las cinco chicas es una humana normal que le quiere y el resto son devoradoras, por lo que pese a sus miedos tiene un plan para poder esquivar las artimañas del resto. Queda con las cinco y les dice que necesita más tiempo para contestar sus declaraciones y decidir, por lo que va a quedar una vez por semana por separado con cada una para que se conozcan mejor. Para su asombro, a todas le parecen bien.
Las citas se van sucediendo y Kyou a medida que va relacionándose con todas, empieza a perder su miedo y su timidez. Incluso consigue que todas se vuelvan amigas y salgan en grupo. Pese al peligro que conlleva, no las ve como monstruos sanguinarios, sino como chicas que no han escogido ser una devoradora. De hecho hay gente en el mundo que las persigue y lo último que quiere es que ninguna sufra. También se da cuenta que con alguna de ellas se ha cruzado en el pasado.
No puedo ser objetivo, me he enamorado de este manga. El dibujo de Kawabatao me ha encantado, y la historia se sale bastante de un harem tradicional. Encontraremos amor, sufrimientos, engaños y secretos, pero lo que me has me ha gustado es sin duda su leitmotif. Kyou no ve diferencia entre humanas y devoradoras, acepta abiertamente a todas porque en el fondo se ha dado cuenta que son personas, con sus problemas, sus inquietudes, sus miedos... igual que él. Me gustaría verlo publicado algún día traducido aquí. Y quien sabe, es uno de esos mangas facilmente adaptable. Me encantaría verlo animado. Lo se, pido mucho.
Muchas gracias y nos leemos pronto.